A día de hoy, la Xbox Series S sigue acaparando ventas frente a su hermana mayor pero después de varios años desde su lanzamiento, ¿sigue mereciendo la pena frente a Xbox Series X? La respuesta depende de tus preferencias personales y de lo que buscas en una consola de nueva generación.
Creo firmemente que la Xbox Series S merece más la pena si te incluyes en alguno de los siguientes casos:
- Si tienes un presupuesto limitado y quieres ahorrar 200€ en la compra de la consola.
- Si no te importa jugar a una resolución menor que 4K, siempre que el juego se vea fluido y tenga buenos gráficos.
- Si prefieres los juegos digitales a los físicos, y no te molesta tener que borrar y descargar juegos con frecuencia para liberar espacio en el SSD.
- Si quieres una consola más pequeña y silenciosa, que ocupe menos espacio y que no haga mucho ruido.
- Si quieres aprovechar las ventajas del servicio Xbox Game Pass, que te permite acceder a más de 100 juegos por una suscripción mensual, sin necesidad de comprarlos por separado.
- Si tienes poco tiempo para jugar y simplemente quieres matar el gusanillo de echarte una partida de vez en cuando.
Más allá de esto, recuerda que ambas consolas ofrecen experiencias similares en cuanto a funciones como el Quick Resume, el Smart Delivery y la compatibilidad con versiones anteriores, pero se diferencian en el rendimiento, la resolución, el almacenamiento y el precio. La elección depende de lo que más valores y de lo que estés dispuesto a pagar.
Si llegado a esta parte aún tienes dudas, vamos a ver sobre el papel algunos detalles técnicos de cada una para que puedas decidir mejor:
Xbox Series X
Xbox Series X es la consola más potente y más cara (499€) de Microsoft. Te ofrece una resolución de 4K y hasta 120 fps en algunos juegos, una unidad de disco Blu-ray 4K UHD, un SSD de 1 TB y 16 GB de RAM.
Si quieres disfrutar de la mejor calidad gráfica y de sonido, y tienes un televisor compatible, esta es la opción ideal para ti, especialmente si tienes una televisión compatible con HDMI 2.1
Además, podrás reproducir juegos y películas en formato físico, lo que te da más opciones de entretenimiento y coleccionismo.
Xbox Series S
Xbox Series S es la consola más barata (299€) y menos potente de Microsoft.
Su objetivo es alcanzar una resolución de 1440p y 60 fps en la mayoría de los juegos, aunque también puede llegar a 120 fps en algunos casos.
No tiene unidad de disco, por lo que solo podrás jugar a juegos digitales, y su SSD es de 512 GB, lo que limita el espacio de almacenamiento. Sin embargo, es una buena opción si quieres ahorrar dinero, si no te importa tanto la resolución o si no tienes un televisor 4K.
También es la consola más pequeña y silenciosa de Microsoft, lo que puede ser un factor a tener en cuenta.
En cualquier caso, elijas la que elijas, no te vas a arrepentir y lo vas a disfrutar mucho. Yo soy propietario de la Xbox Series X y apenas juego con ella pero dado que el presupuesto no supuso ninguna limitación y que cuento con una Smart TV OLED compatible con HDMI 2.1, la verdad es que la experiencia de juego es simplemente espectacular en algunos títulos que están disponibles en Xbox Game Pass.
De todas formas, si quieres déjame un comentario contándome tu caso particular y te ayudo a tomar la decisión final.