¿Qué temperatura del agua configurar en la caldera?

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Resumen

La calefacción es uno de los sistemas más importantes para garantizar el confort y la calidad de vida en las viviendas, especialmente en los meses más fríos del año. Sin embargo, también supone un gasto considerable de energía y de dinero, que puede afectar al medio ambiente y al bolsillo de los usuarios. Por eso, es importante conocer los distintos tipos de calderas de gas que existen, sus ventajas e inconvenientes, y cómo regular la temperatura del agua caliente sanitaria y de la calefacción para optimizar el rendimiento y el ahorro.

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las calderas de gas, desde las diferencias entre una caldera convencional y una de condensación, hasta los consejos para programar la calefacción por tramos de horas según tus necesidades. ¡No te lo pierdas!

regular temperatura del agua en una caldera

¿Qué temperatura debe tener el agua caliente sanitaria (ACS) en una caldera de gas?

En general, se recomienda que la temperatura se sitúe entre los 40 y 50ºC, aunque puede variar según las condiciones climáticas y el aislamiento de la vivienda.

Si la caldera tiene un acumulador de agua externo, la temperatura puede ser algo superior, entre 50 y 55ºC, para calentar el intercambiador.

Si la producción de agua caliente es mixta instantánea, la temperatura recomendada es de entre 30 y 35ºC. La temperatura ideal de una caldera es la más baja posible, mientras se mantenga el confort deseado de la vivienda.

¿Qué temperatura debe tener el agua caliente de la calefacción en una caldera de gas?

La temperatura del agua caliente de la calefacción en una caldera de gas depende de varios factores, como el tipo de caldera, el tipo de emisores de calor y las condiciones climáticas. Aquí tienes un listado de temperaturas aproximadas según las distintas combinaciones posibles:

  • Caldera de gas normal con radiadores: entre 60 y 70ºC.
  • Caldera de gas normal con suelo radiante: entre 35 y 45ºC.
  • Caldera de gas normal con fancoils: entre 50 y 60ºC.
  • Caldera de gas de condensación con radiadores: entre 50 y 60ºC.
  • Caldera de gas de condensación con suelo radiante: entre 30 y 40ºC.
  • Caldera de gas de condensación con fancoils: entre 40 y 50ºC.

Estas temperaturas son orientativas y pueden variar según el grado de aislamiento de la vivienda, la temperatura exterior y el nivel de confort deseado. Lo ideal es ajustar la temperatura al mínimo necesario para mantener una sensación térmica agradable, sin gastar más energía de la necesaria.

¿Bajar la temperatura del agua de la calefacción en una caldera de gas realmente supone un ahorro?

Bajar la temperatura del agua de la calefacción en una caldera de gas puede suponer un ahorro de energía y de dinero, pero depende de varios factores, como el tipo de caldera, el tipo de emisores de calor y las condiciones climáticas. Aquí tienes algunos casos en los que esta medida puede ser más o menos efectiva:

  • Si la caldera es de condensación, bajar la temperatura del agua de la calefacción puede aumentar el rendimiento de la caldera, ya que se favorece la condensación del vapor de agua que contiene los humos de la combustión. Esto permite recuperar parte del calor latente y consumir menos gas. Se consiguen los máximos ahorros en una caldera de gas cuando la temperatura de caldera está por debajo de los 53ºC.
  • Si la caldera es convencional, bajar la temperatura del agua de la calefacción puede reducir el consumo de gas, pero también puede disminuir el confort térmico, ya que los radiadores tardarán más en calentar las habitaciones. Según los resultados de mi búsqueda web, lo ideal es ajustar la temperatura al mínimo necesario para mantener una sensación térmica agradable, sin gastar más energía de la necesaria.
  • Si los emisores de calor son radiadores, bajar la temperatura del agua de la calefacción puede suponer un ahorro si se acompaña de un buen aislamiento de la vivienda y una correcta regulación del termostato. Según los resultados de mi búsqueda web, cada grado menos se traduce en un 7% menos en la factura.
  • Si los emisores de calor son suelo radiante o fancoils, bajar la temperatura del agua de la calefacción puede suponer un ahorro sin afectar al confort térmico, ya que estos sistemas funcionan con temperaturas más bajas que los radiadores. Según los resultados de mi búsqueda web, el suelo radiante puede funcionar entre 30 y 40ºC y los fancoils entre 40 y 50ºC.

¿Qué ahorro supone una caldera de gas convencional frente a una caldera de condensación?

Una caldera de gas convencional es aquella que quema el gas para producir calor y expulsa los humos al exterior sin aprovechar su energía. Una caldera de condensación es aquella que recupera parte del calor de los humos mediante la condensación del vapor de agua que contienen, lo que le permite consumir menos gas y emitir menos gases contaminantes al medio ambiente.

El ahorro que supone una caldera de condensación frente a una convencional depende del tipo de instalación, la temperatura de funcionamiento y las condiciones climáticas, pero en general se estima que puede ser de entre el 15% y el 30% en el consumo de energía .

En definitiva, una caldera de condensación ahorra energía frente a una caldera de gas convencional porque aprovecha el calor latente de la condensación del vapor de agua que contiene los humos de la combustión. Además, una caldera de condensación tiene una mayor eficiencia energética y cumple con las normas Ecodiseño . P

Esto se traduce en un menor gasto en la factura del gas y una mayor eficiencia energética. Para maximizar el ahorro con una caldera de condensación, se recomienda seguir algunos consejos, como regular la temperatura adecuadamente, mantener un ambiente confortable en la vivienda, purgar los radiadores, revisar la presión de la caldera y realizar un buen mantenimiento.

Ejemplo de programación de calefacción de gas para mantener una casa caliente en invierno

Un ejemplo de programación por tramos de horas de calefacción de gas para mantener una casa caliente en invierno podría ser el siguiente:

  • De 6:00 a 8:00: temperatura confort de 21ºC, para prepararse para salir de casa.
  • De 8:00 a 18:00: temperatura ausente de 17ºC, para evitar gastar energía innecesaria cuando no hay nadie en casa. Este tramo horario lo podemos ajustar en función del horario que tenga la primera persona en llegar al domicilio
  • De 18:00 a 22:00: temperatura confort de 21ºC, para disfrutar de un ambiente agradable al regresar a casa.
  • De 22:00 a 6:00: temperatura nocturna de 18ºC, para dormir arropados y ahorrar energía. Podría llegar a configurarse una temperatura de 17º también.

He elegido esta programación teniendo en cuenta las normas básicas de ahorro en calefacción. Lo ideal es ajustar la temperatura al mínimo necesario para mantener una sensación térmica agradable, sin gastar más energía de la necesaria. Para ello, se recomienda programar la calefacción con un termostato que permita elegir diferentes temperaturas según los hábitos y las necesidades de cada momento. Así, se evita tener la calefacción encendida más tiempo del necesario y se reduce el consumo de gas.

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